Hace unos día un niño me dijo: Aprendo más cuando salgo a la calle que cuando estoy dentro del aula, porque dentro siento que mi mente sigue afuera y eso hace que no pueda concentrarme en la clase por eso necesito moverme.
Hoy en día ya estamos observando los cambios de un niño conforme va creciendo, ingresa a la escuela lleno de magia e imaginación y al terminar transforma eso que siente en eso que sabe y termina perdiendo parte de su esencia y creatividad. Una de las razones por las cuales sucede esto se debe a que vivimos tiempos de mucho cambio y lo niños hoy tienen una forma de aprender diferente y necesitan sentirse incluidos en su propio aprendizaje porque de lo contrario pierden la motivación y adquieren el conocimiento solo para pasar de año.
Los niños actualmente expresan sus sentimientos con mayor facilidad, tienen una motivación solidaria y amorosa, un sentido de identidad inclusiva colectiva no individual, estamos ante una nueva generación de niños más sensibles e intuitivos, sabios, extrovertidos o introvertidos pero cuyo nivel de percepción del entorno es muy alto, con una supra-atención, muy sinceros y a la vez empáticos, con una inteligencia emocional bastante desarrollada.
La metodología educativa por ello debe cambiar y crear nuevas herramientas que busquen consolidar el aprendizaje mediante las inteligencias múltiples; es esencial fortalecer la autoestima de los niños y nuestra propia autoestima, evitar las recompensas y los castigos ya que no buscamos adiestrar sino educar con conciencia para el futuro. Es importante enseñar a vivir en el aquí y ahora, apoyado en el pasado y proyectando al futuro, el conocimiento debe integrar la ciencia, el alma y la tierra para lograr un desarrollo intelectual, espiritual y físico no solo interpersonal sino también colectivo y trascendental.
Necesitamos comenzar a darnos cuenta que nuestros niños están aquí para enseñarnos, cada uno viene con un mensaje diferente, pero necesitamos volvernos niños para poder entender cada mensaje y desde ese entendimiento iniciar el compartir del conocimiento. Es importante brindarles un entorno emocional estable, alegre, activo y divertido, maravillarnos con ellos de la naturaleza, de los misterios de la vida, de los descubrimientos científicos, de la historia de nuestros ancestros; permitir que exploren, investiguen y que puedan crear. Se aprende cuando se ve, se aprende cuando se hace y se aprende cuando se siente; ellos necesitan de estos tres pasos para lograr un aprendizaje significativo.
Si deseamos que la educación pueda contribuir al desarrollo de una sociedad más democrática, solidaria, justa, inclusiva, prospera, tolerante y forjadora de una cultura de paz, es importante comenzar por nuestros niños, apoyar su educación en la investigación y desarrollo humano, fortaleciendo aspectos importantes como el intelectual, emocional, físico, multicultural, ecológico, creativo, psíquico y espiritual. Brindar como soporte el arte aplicado a todas las materias para generar una educación divertida, natural y productiva.
En la actualidad creo que más importante que el coeficiente intelectual es el coeficiente emocional, si no hay un desarrollo emocional los niños al salir de la escuela pueden no tener las herramientas suficientes para emprender su crecimiento en la realidad en la que se encuentran. Es hora de analizar, vivir y sentir el aprendizaje, de emocionarnos con nuestros descubrimientos, de explorar, de reír, de maravillarnos con la vida y transmitir ese sentimiento a nuestros niños para que ellos puedan hacer de su aprendizaje su misión de vida.
Alexandra de la Fuente
Grupo Asiri
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