Metodología Asiri

sábado, 3 de septiembre de 2011

La escuela en una acción desesperada.

Vivimos rodeados de estímulos que demandan toda nuestra atención como computadoras, laptops, MP4, juegos de red, wii, play station… elementos tecnológicos que solicitan todos nuestros sentidos. Por un lado tenemos un aparato que te permite ver, moverte, analizar, crear y escuchar y por otro lado tenemos una clase que no te permite moverte ni crear ni analizar, solo ver y escuchar. Ahora yo me pregunto ¿realmente es que los chicos no pueden prestar atención en clase? o es simplemente que ya no quieren prestar atención porque no sienten que la clase sea interesante para ellos. 
Los chicos ahora pueden sacar una mala calificación y por otro lado instalar un nuevo software en su computadora, entonces ¿de que educación estamos hablando? Y es que en un siglo anterior la enseñanza primordialmente auditiva se daba bien, pero hoy en día ya no es suficiente para generar un aprendizaje en las escuelas.
 El maestro, llega a la clase y se concentra en lo que sabe para brindar el conocimiento de forma organizada sin embargo dicta una clase que el alumno no recuerda y como no recuerda se toma un examen, probablemente este chico saque una buena calificación por una buena memorización, pero después de un tiempo ese conocimiento queda en el olvido.
Si los estudiantes aprenden de lo que hacen, ¿que están aprendiendo sentados en un salón? Completamos la información que nos da la escuela para sacar una buena calificación, pero solo utilizamos en nuestra vida un mínima parte de ese conocimiento y parte de este se recuerda más si fue vivencial.
La idea es conseguir unificar el conocimiento con la aplicación práctica de las demandas del día a día, enseñarles a los alumnos a crear estrategias para lograr, con los recursos que tienen, una mejora ligada a su realidad.
Necesitamos aprender de manera más creativa, vivir el aprendizaje y transferirlo a otros. Existe un gran porcentaje de niños que viven en comunidades muy alejadas que solo logran terminar la primaria y aún así no recuerdan mucho de lo que aprendieron y peor aún no están completamente conscientes del potencial que tienen y de lo que pueden hacer con los recursos que poseen a su alrededor.
La idea es poder brindarles a los chicos una educación mediante oficios productivos y desarrollar proyectos de crecimiento con recursos naturales, para que una vez adquiridos puedan transmitirlos a otros niños en diferentes zonas y con ello se logre un crecimiento mucho más equitativo, significativo y cultural.

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